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El miedo a la incertidumbre amenaza constantemente el crecimiento de la organización, una cuestión que el empresario no puede permitirse. Esto, sumado a la falsa sensación de seguridad, deviene en la carencia de planificación corporativa. Hacer un plan con objetivos da la visibilidad necesaria para que desaparezca esa falta de control. Asimismo, traza el camino hacia el logro de las metas.

Por otra parte, la estrategia corporativa es un instrumento indispensable. Define “qué soy y qué no soy” al momento de planificar cómo se alcanzarán los objetivos del negocio. Las empresas de reciente formación buscan apoyarse en tres pilares fundamentales que sus clientes valoran. Te hablamos de la centralización en ellos, la sostenibilidad de la actividad y el impacto en el medio ambiente.

No tienes que ser una gran corporación multinacional para pensar en estas cosas. No olvides que en algún momento ellas fueron como tu empresa, pero supieron abrirse camino en el mercado. Tampoco esperes a que la competencia se te adelante; como bien se dice: “El que pega primero, pega dos veces”. El momento es ahora.

Cambiar resulta necesario para encontrar una ventaja competitiva real y actual a nivel corporativo. Esta acción permite la apertura hacia nuevos modelos de producción o de gestión. Por supuesto, evitando que la identidad y los principios de tu compañía se vean afectados con vistas al futuro inmediato.

Las empresas con cierto recorrido presentan más dificultades que los emprendimientos recientes, donde todo está por hacerse. Como asesores y especialistas en diferentes áreas, somos conscientes de estas diferencias. También sabemos que la cultura es el factor del cambio; es ahí hacia donde nos dirigimos de manera directa.

La comunicación, la flexibilidad, la creatividad y la innovación son los cuatro elementos fundamentales para conseguir ese cambio corporativo. Sin embargo, la gestión de la innovación merece un capítulo aparte dentro de este proceso. De ella depende el nivel competitivo que una empresa puede tener en su sector comercial. Sorprender y generar impacto marca la diferencia. Pondera estos cuatro campos donde la innovación puede hacerse efectiva:

1. Producto o servicio: cuando se introducen en el mercado uno o varios productos nuevos. Y si no son del todo nuevos, el proceso innovador debe suponer un cambio respecto a su diseño. Pero también con relación a materiales, componentes, especificaciones o en cualquier otro aspecto.
2. Procesos: cuando el cambio está dirigido a perfeccionar o a hacer más efectivos los pasos de la fabricación del producto.
3. Organizacional: todos los métodos que se introducen en la estructura del negocio. Por ejemplo, la ampliación del nivel de formación, la gestión del conocimiento, el desarrollo del talento o la transformación del organigrama.
4. Marketing: cuando las mejoras son estéticas o están relacionadas con el embalaje, precio, producción y distribución de un producto.

El plan de marketing como elemento estratégico en tu empresa es indispensable. No importa el tamaño ni el sector al que pertenezca; debes dejar de lado esas excusas para no realizarlo. Aunque no quieran o lo ignoren, todas las compañías usan el marketing. Entonces, ¿no sería preferible hacerlo de forma ordenada, estructurada y sistemática, dejando el azar para otras cuestiones?

En un plan de marketing se define la situación interna y externa de la empresa. Además, se determinan los objetivos y las estrategias para la captación de nuevos clientes y su fidelización (CRM). A la lista hay que unir la creación de marca. También, el aumento de la participación en el mercado a partir de nuevos productos o innovando en los ya existentes. Como asesores, sabemos también que es relevante determinar a través de qué canales llegan los servicios o productos al usuario. Como sabes, éste toma gran relevancia ante la irrupción del mundo online y su automatización.

La red comercial se ha ido convirtiendo en uno de los recursos con más costes para la empresa. Por este motivo, toda organización debe asegurarse el retorno adecuado. Es decir, que la inversión realizada vuelva generando niveles de rentabilidad y permita a la organización permanecer en el tiempo. Por eso, a la red comercial, incluidos sus procesos y sistemas, se le debe gestionar con la misma fuerza y firmeza que al resto de la empresa.

Inicialmente, ponemos el foco en cuatro grandes temas para evaluarla. Son:

• El modelo comercial.
• La propuesta de valor.
• Los procesos, roles y estructura.
• El equipo y sus competencias.

Contáctanos y realizaremos gratis un diagnóstico inicial de tu mix de marketing y red comercial.

Comencemos haciendo un par de distinciones previas al pensar cómo financiarnos. Una idea no es un plan de negocio, un plan de negocio no es una startup, y una startup no es una empresa. Sin embargo, estas definiciones tienen algo en común: nos muestran los diferentes momentos en la evolución de un proyecto.

Por eso, es clave entender en cuál se encuentra tu negocio. En función de la fase, se definen las métricas que lo hagan plausible de financiación. Hay que saber que cada estadío posee un vector de financiación diferente. Como te dirían los asesores expertos, el riesgo y el retorno de la inversión influyen. Pero también, el tipo de negocio, el equipo ejecutivo o los importes a solicitar.

Las entidades financieras o inversores entregan su dinero a equipos solventes, no a los proyectos. Sin embargo, las métricas iniciales por las que se evaluará la viabilidad serán el plan de negocio y la estrategia. Se unen la inversión requerida, el capital inicial de la empresa o el mercado que se va a abarcar. También aparecen en la ecuación el ROI y su salida; ésta última en el caso de inversores.

Si tú estás necesitando apoyo financiero externo para apalancar el crecimiento, nosotros podemos ayudarte a conseguirlo.

Pide una consulta sin coste aquí, y te explicaremos cómo hacerlo.

Las startups son impulsadas gracias a la idea de un experto en el sector que logra cohesionarla con una necesidad. Eso sí, este profesional no necesariamente posee todos los conocimientos para llevarla al siguiente nivel: convertirla en una empresa. Hoy se le pide al emprendedor que sea poco menos que un científico molecular. Debes saber de negocios, finanzas, contabilidad, economía, cuestiones legales y de las skills de autoliderazgo. Demasiado, ¿no?

En la creación de tu startup, no posees apoyo inicial de todos los departamentos con los que cuenta una empresa. Hablamos de operaciones, marketing, finanzas, logística, legal o recursos humanos. Puedes tercerizar las tareas o apoyarte en redes y ecosistemas de emprendedores como lanzaderas o aceleradoras. Aunque no siempre se tiene a mano al profesional idóneo todo el tiempo.

Las fases de un negocio incipiente como una startup o una nueva línea de productos y servicios se definen por los hitos conseguidos dentro del proyecto. Un modelo de negocio, un producto mínimo viable, prototipos, número de tests e iteraciones, cantidad de fans… cada una de estas cuestiones es importante. Aunque es la rentabilidad la que impone la primera barrera para conseguir financiación o inversión externa.

Utilizando metodologías y frameworks, como el design thinking, lean startup y agile, te proponemos potenciar tu negocio o proyecto. Así será más atractivo de cara al desarrollo sostenido con bases sólidas y sin fisuras.

Tu tiempo impacta en el costo de oportunidad de la startup, lo mires por donde lo mires. Consulta y déjate guiar por asesores experimentados que puedan resolver con rapidez los problemas que se te planteen.

Siempre anteponiendo nuestra seriedad y confianza, solicitamos la firma de un NDA para tu seguridad. Si lo deseas puedes bajarlo desde aquí.

1. On-demand. Soluciones puntuales, pero que necesitan planificación estratégica para el desarrollo de la empresa.
   Financiero y contable. Centro de costos y control presupuestario.
   Comercial y marketing. Desarrollo de producto, investigación de mercado, análisis de competencia y comunicación.
2. Contrato mensual. Una consultora externa a tu disposición todos los días en las áreas abordadas.
   Apoyo a la dirección con o sin participación en el comité asesor.
   Diagnóstico empresarial.
   Generación del plan de negocio y acompañamiento en la ejecución.
   Desarrollo del plan comercial y de marketing con su apoyo en la ejecución.
3. A éxito. Dada la complejidad de algunas labores y su dependencia eventual en terceros, si no gana el cliente, nosotros tampoco.
   Captación de inversiones.
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4. Mentoría en herramientas. Estudio del uso e implementación en equipos de trabajo.
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