Siendo España un Estado miembro de la Unión Europea, ofrece a los inversores extranjeros, no solo sus propios incentivos, sino también el acceso a los programas que la Unión Europea tiene en vigor.
España es una de las economías más importantes del mundo, la 13ª en tamaño, y cuenta con una gran capacidad de atracción de inversión extranjera.
El sistema fiscal español es moderno y competitivo. La Agencia Estatal de Administración Tributaria se ha significado por su liderazgo dentro de la Administración española. Además, en comparación con otras agencias tributarias, ocupa un puesto realmente destacado en el contexto europeo en cuanto a modernización y por la incorporación de las nuevas tecnologías a la prestación de los servicios públicos, destacando, entre otras, la posibilidad de presentar declaraciones de los diferentes impuestos por vía telemática (en muchos casos, de hecho, la utilización de medios telemáticos es obligatoria) o la obtención por dicha vía de diferentes certificados.
La legislación española prevé diversas formas de sociedades mercantiles de las cuales pueden hacer uso los inversores extranjeros, siendo las más importantes las sociedades anónimas (S.A.), sociedades de responsabilidad limitada (S.L.), sociedades comanditarias por acciones, sociedad limitada nueva empresa (S.L.N.E.) y sociedad anónima europea (S.E.), así como las particularidades de las sociedades anónimas cotizadas.
Con objeto de promover la inversión, el empleo, la competitividad y el crecimiento económico, el Estado y el resto de Administraciones Publicas vienen desarrollando y consolidando un amplio y completo sistema de ayudas e incentivos, otorgando especial énfasis al fomento del empleo indefinido, a la inversión regional y a la investigación, desarrollo e innovación tecnológica (I+D+i).
El sistema de ayudas promueve en general el crecimiento económico, la competitividad y la creación de empleo de calidad, prestando especial atención a la investigación tecnológica, desarrollo e innovación.
Además de los incentivos generales, existen los incentivos regionales que son las ayudas financieras que concede el Estado español a proyectos de inversión productiva que se realizan en determinadas regiones de nuestro territorio con el objetivo de fomentar el desarrollo de la actividad empresarial en zonas previamente determinadas.
Los principales incentivos de apoyo a la inversión son:
- Inversión en determinadas regiones.
- Sector industrial.
- Formación y empleo.
- I+D+i.
- Internacionalización.
- Incentivos fiscales.
- Ayudas de la Unión Europea.
La obtención de las ayudas y su intensidad depende de las particularidades de cada proyecto:
- Ubicación geográfica del proyecto.
- Tipo de proyecto (industrial, investigación, logística, etc.)
- Tamaño de la inversión.
- Creación de empleo.
Las principales líneas de ayudas que pueden concederse consisten en:
- Subvenciones a fondo perdido en un porcentaje sobre la inversión aprobada.
- Subvenciones de intereses sobre préstamos que el solicitante obtenga de las entidades financieras.
- Subvenciones para la amortización de los mencionados préstamos.
- Cualquier combinación de las subvenciones anteriores.
- Bonificaciones de la cuota empresarial por contingencias comunes de la Seguridad Social durante un número máximo de años.
- Préstamos blandos a largo plazo para la inversión en activos fijos.